sábado, diciembre 11, 2004

El demonio es un orfebre

Ni cólera ni pena en este instante de pasmo
transitivo y abierto al subterfugio de la lástima
o al abandono/énfasis de sí dándose
confusamente a todo/s en nombre de/l s(S)er

¿a manos de quién irá a parar el alma
que creyó qué?a mano derecha
o izquierda
según se viene al suelo
sombritas derribadas del sueño manifiéstanse
nostalgiosas un tanto del más acá primero:
un farol, un banco, una guitarra...

hay una siesta de sombra al costado de padre
que todos buscamos extrañar a destiempo
hay una siesta de muerte como crepúsculo dulce
que demonios adornan con solicitud de orfebre.

No hay comentarios.: